01 septiembre 2014

No tengo que fumar hierba para encontrarme contigo

Mamá grita desesperada todas las noches mientras duerme, respira y luego sólo salta en su lugar es como si por alguna razón se hubiese abierto la bóveda de los secretos. Sólo pronuncia tu nombre. Creo que se odia, secretamente se odia y piensa que no habrá mañana, piensa que sin ti no hay mañana, piensa que sin billetes no hay mañana, pero piensa más en eso cuando piensa en ti, lo sé porque la he visto llorar mientras lo piensa y lo sé porque no se fija mucho en mi mientras lo piensa. He salido a buscarte, algunas veces lo he hecho, deberías preguntarle a algunos de tus amigos, he querido ser una espía, he querido tener billetes y un submarino, tus amigos fuman hierba , tú no, creo que aún no, y cómo sea no me importa mucho que lo hagas.

Mamá suele ser una despreocupada, no confía mucho en nadie y está bien, me gusta que no confíe en nadie, no me gusta cuando no confía en mi, al menos he intentado ir a buscarte, vaya, he caminado pensando que podré encontrarte, he sido optimista y eso es mejor que la hierba.

Mamá mira nuestras fotos y llora ( siempre llora) piensa que no quieres verla, piensa que te has alejado porque la odias, piensa que me odias también a mi, pero llora cuando piensa que la odias más a ella y yo sé que lo piensa porque hunde la cabeza entre las manos como queriendo desaparecer de algún escenario, y yo sé que lo piensa porque no se fija mucho en mi mientras lo piensa. Creo que he dicho cosas feas, creo que no te he dicho cosas lindas, creo que mamá odia decir cosas lindas. No podría decirlas aunque quisiera pero sé que lo intentaría por ti. No soy como tus amigos, no confiarías más en mi que en ellos, y vamos, no tengo que fumar hierba para encontrarme contigo, podemos odiarnos y continuar, podemos odiarnos y ser felices, podemos desertar del maldito vídeo juego y salir de la pantalla, darnos puñetazos y hacer que nos sangre la nariz, podemos quitarnos el apellido a patadas y sonreír como dos buenos amigos, mamá lo entendería y sería feliz.

Mamá abraza la almohada, llora ( nuevamente) y me pregunta si sé algo de ti, no quiero decirle que no sé cómo estás, a veces le hablo del submarino que quisiera tener y le digo los lugares a los que iría si lo tuviera, le digo que eres un chico inteligente, le digo que ganas buena pasta de tu laburo, le digo que no fumas hierba, le digo que te acuestas luego de la cena, le digo que no te he visto, que lo que le he dicho es lo que me han dicho tus amigos y después miro el dibujo que me diste de regalo una vez, supongo que mamá tendrá que conformarse con las cosas que le digo porque no puedo hacer mucho para saber cómo estás, supongo que ella piensa que no regresarás pronto, que ya no eres el chiquillo de las fotos, que fumas hierba y que yo la fumo para acercarme a ti o algo así, sé que no me cree cuando pregunta sobre ti y no sé qué responder y le digo que dibujaré un barquito, o escribiré y ella sólo me mira y piensa que no sólo te ha perdido a ti, sino que también a mi, y piensa que me iré, y de seguro viviremos juntos en un cuarto alquilado del centro de la ciudad, yo pienso que no sé cómo dibujar barquitos.





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